La entrevista de hoy tiene una particularidad, se trata de un hombre, no de una mujer softbolista, a quien se hace referencia: Julio Ballesteros, quien ha estado ligado al softbol femenino por más de 30 años, y eso es muy digno de destacar.
Juli, contanos cuándo y de qué manera comenzaste a vincularte con el softbol.
Fue por el año 1961, cuando tenía 15 que lo comencé a jugar en el Parque Deportivo Chacabuco, que era un centro municipal al que comencé a concurrir cuando nos mudamos a ese barrio. Antes vivía en el barrio Norte y allí no se conocía el deporte.
Pero luego de unos años te volcaste al rol de coach, ¿durante cuánto tiempo dirigiste y a qué clubes?
Comencé a dirigir a los 20 años al Club Aconcagua, club señero del deporte en el país, luego de eso dirigí al club Comunicaciones (juvenil femenino), Boca Juniors (primera femenino) y me llamaron del Club Ciudad (el viejo MUNI) en agosto de 1977 donde dirigí (y lo sigo haciendo) las divisiones femeninas.
¿Por qué decidiste ser entrenador?
En realidad no lo elegí, me eligieron mis compañeros de Aconcagua y desde allí en más siempre me pidieron que entrenara. Las chicas también me buscaron para que las dirigiera, y así fue.
¿Qué jugadoras destacadas te tocó dirigir?
De las grandes jugadoras del pasado a casi todas, y pido perdón si me olvido de alguna, pero a todas las que menciono fueron jugadoras que dirigí en Muni (Ciudad) y a las cuales en su gran mayoría las formé desde cero: Chiche Corvalán, Susana Pereyra, Alicia Farini, las hermanas Valentinuzzi, las hermanas Pflaum, las mellizas Medina, Vicky González, Liliana y Nora Otermín, las hermanas Mapis, Lorena Kordon, las hermanas Fuertes, Soledad Secchi, Meme Padín, Claudia Amaro, Silvana González, Punky, Laura Minaglia, Lucila Moyano, Valeria Silvestrini, sin olvidarme de las hermanas Ballesteros, también a Yogui Martín y a vos, Melu Zamarripa, entre las invitadas al club en otros tiempos, y especialmente al equipo actual, que es la mejor muestra de trabajo en conjunto.
¿Tuviste la oportunidad de entrenar selecciones de Buenos Aires?
Sí, juveniles y mayores, siempre femeninas. Mi primer seleccionado femenino mayor fue el que en 1978 ganó el torneo celebrando el 25º aniversario de la Federación Metropolitana de Softbol, que por invitación a Bahía Blanca y Paraná se llevó a cabo en la vieja cancha de Muni, bajo un diluvio impresionante, tanto que el masculino no pudo llegar a terminar ya que la cancha era un fangal, pero fue muy reconfortante el ganar en esas condiciones y ante equipos femeninos realmente poderosos en aquella época. Luego el Argentino de Bahía Blanca de ese año y dirigí otros Argentinos, no recuerdo los años pero en Bahía (varias veces), Santiago del Estero y posiblemente en otras plazas que no recuerdo con seguridad ahora. Seleccionados juveniles comencé a dirigir en la década del 80’, donde (siempre con la Metropolitana) concurríamos a los torneos de mayores representando a Lincoln (en ese entonces no se podía presentar más de un equipo) y no bajábamos de un 4º/ 5º entre ocho o diez equipos, lo mejor que obtuvimos fue un subcampeonato (ahí ya como Metropolitana Nóveles) perdiendo la final con las mayores por 7 a 4 luego de ir en ventaja 4 a 2 abriendo el 5º inning (ese fue el debut en la selección de Paula Meizoso, quien es ese entonces alternaba en el SS y el RF). El último que dirigí en la categoría fue el de la Ciudad de los niños (con ASBA) donde campeonamos ante equipos como La Plata (con Tamara López) y Bahía Blanca (con Florencia Olheiser).
¿Y de representar a nuestro país?
Sí, como jugador y como técnico sub17, sub 20 y mayores. Las primeras selecciones argentinas en la que entrené fue en carácter de coach de pitcheo y se inició con el 1º Panamericano de Lima, Perú, el mundial de Normal Illinois, y como técnico en divisiones cadete al 1º Sudamericano de Curitiba y en juveniles al Panamericano de Hermosillo, México, y a los juegos Olímpicos Juveniles de Sydney, Australia, en el 2003.
A lo largo de tu carrera, ¿recibiste alguna "distinción especial"?
La mejor fue el reconocimiento que les hacen a mis jugadoras y mis equipos en el sentido que siempre son ordenados y prolijos y saben lo que quieren dentro de la cancha (y ahora puedo agregar con orgullo que también afuera de ella).
Si tuvieras que definir tu actitud dentro del campo con una jugada, sería: ¿seguro y efectivo como un bunt de sacrificio?, ¿agresivo pero cauteloso como un hit and run? , ¿o suicida, al límite, como un squeeze play?
No hay una fórmula, la virtud está en elegir lo apropiado en el momento correcto, pero en definitiva debés tener un poco de cada cosa y fe ciega en tus jugadores. No hay otro camino.
Fue por el año 1961, cuando tenía 15 que lo comencé a jugar en el Parque Deportivo Chacabuco, que era un centro municipal al que comencé a concurrir cuando nos mudamos a ese barrio. Antes vivía en el barrio Norte y allí no se conocía el deporte.
Pero luego de unos años te volcaste al rol de coach, ¿durante cuánto tiempo dirigiste y a qué clubes?
Comencé a dirigir a los 20 años al Club Aconcagua, club señero del deporte en el país, luego de eso dirigí al club Comunicaciones (juvenil femenino), Boca Juniors (primera femenino) y me llamaron del Club Ciudad (el viejo MUNI) en agosto de 1977 donde dirigí (y lo sigo haciendo) las divisiones femeninas.
¿Por qué decidiste ser entrenador?
En realidad no lo elegí, me eligieron mis compañeros de Aconcagua y desde allí en más siempre me pidieron que entrenara. Las chicas también me buscaron para que las dirigiera, y así fue.
¿Qué jugadoras destacadas te tocó dirigir?
De las grandes jugadoras del pasado a casi todas, y pido perdón si me olvido de alguna, pero a todas las que menciono fueron jugadoras que dirigí en Muni (Ciudad) y a las cuales en su gran mayoría las formé desde cero: Chiche Corvalán, Susana Pereyra, Alicia Farini, las hermanas Valentinuzzi, las hermanas Pflaum, las mellizas Medina, Vicky González, Liliana y Nora Otermín, las hermanas Mapis, Lorena Kordon, las hermanas Fuertes, Soledad Secchi, Meme Padín, Claudia Amaro, Silvana González, Punky, Laura Minaglia, Lucila Moyano, Valeria Silvestrini, sin olvidarme de las hermanas Ballesteros, también a Yogui Martín y a vos, Melu Zamarripa, entre las invitadas al club en otros tiempos, y especialmente al equipo actual, que es la mejor muestra de trabajo en conjunto.
¿Tuviste la oportunidad de entrenar selecciones de Buenos Aires?
Sí, juveniles y mayores, siempre femeninas. Mi primer seleccionado femenino mayor fue el que en 1978 ganó el torneo celebrando el 25º aniversario de la Federación Metropolitana de Softbol, que por invitación a Bahía Blanca y Paraná se llevó a cabo en la vieja cancha de Muni, bajo un diluvio impresionante, tanto que el masculino no pudo llegar a terminar ya que la cancha era un fangal, pero fue muy reconfortante el ganar en esas condiciones y ante equipos femeninos realmente poderosos en aquella época. Luego el Argentino de Bahía Blanca de ese año y dirigí otros Argentinos, no recuerdo los años pero en Bahía (varias veces), Santiago del Estero y posiblemente en otras plazas que no recuerdo con seguridad ahora. Seleccionados juveniles comencé a dirigir en la década del 80’, donde (siempre con la Metropolitana) concurríamos a los torneos de mayores representando a Lincoln (en ese entonces no se podía presentar más de un equipo) y no bajábamos de un 4º/ 5º entre ocho o diez equipos, lo mejor que obtuvimos fue un subcampeonato (ahí ya como Metropolitana Nóveles) perdiendo la final con las mayores por 7 a 4 luego de ir en ventaja 4 a 2 abriendo el 5º inning (ese fue el debut en la selección de Paula Meizoso, quien es ese entonces alternaba en el SS y el RF). El último que dirigí en la categoría fue el de la Ciudad de los niños (con ASBA) donde campeonamos ante equipos como La Plata (con Tamara López) y Bahía Blanca (con Florencia Olheiser).
¿Y de representar a nuestro país?
Sí, como jugador y como técnico sub17, sub 20 y mayores. Las primeras selecciones argentinas en la que entrené fue en carácter de coach de pitcheo y se inició con el 1º Panamericano de Lima, Perú, el mundial de Normal Illinois, y como técnico en divisiones cadete al 1º Sudamericano de Curitiba y en juveniles al Panamericano de Hermosillo, México, y a los juegos Olímpicos Juveniles de Sydney, Australia, en el 2003.
A lo largo de tu carrera, ¿recibiste alguna "distinción especial"?
La mejor fue el reconocimiento que les hacen a mis jugadoras y mis equipos en el sentido que siempre son ordenados y prolijos y saben lo que quieren dentro de la cancha (y ahora puedo agregar con orgullo que también afuera de ella).
Si tuvieras que definir tu actitud dentro del campo con una jugada, sería: ¿seguro y efectivo como un bunt de sacrificio?, ¿agresivo pero cauteloso como un hit and run? , ¿o suicida, al límite, como un squeeze play?
No hay una fórmula, la virtud está en elegir lo apropiado en el momento correcto, pero en definitiva debés tener un poco de cada cosa y fe ciega en tus jugadores. No hay otro camino.
¿Cuál es tu opinión sobre el softbol femenino actual?
Estamos en un momento muy decadente, perdimos presencia, técnica y potencia. El softbol femenino no existe en Bahía Blanca, es un mito en muchos lugares del interior donde sólo actúa 1 equipo (¿cómo se puede mejorar si la única posibilidad de competir es en Argentinos?) y en Buenos Aires sólo quedamos 5 equipos competitivos y casi no hay inferiores. Todo se hace más difícil cuando no tenés cantidad, la disciplina se resquebraja porque no hay quién pueda reemplazar a la no cumplidora y si no hay un compromiso serio y responsable pasa lo actual, el nivel se nivela siempre hacia abajo.
¿Hay alguna diferencia para vos entre dirigir hombres y mujeres?
La diferencia está en lo mental, el hombre es más directo, a la mujer no se le puede ser tan directo porque su psiquis es distinta y se deben presentar las cosas de otra forma, pero siempre es más posesiva e íntimamente más personalista y egoísta. Pero también está mucho más dispuesta a trabajar que el hombre en términos generales, siendo más empeñosa cuando debe buscar específicamente una técnica, pero también cae en pozos depresivos o de desánimo cuando los resultados no se dan satisfactoriamente.
¿Cuál es la mayor enseñanza que le dejaste a tus jugadoras?
Creo que lo más importante que les dejé es para la vida, que el peor enemigo es uno mismo cuando por ansiedad (por ejemplo) deja que lo externo se entrometa en la actividad. Creer en una misma es la base del éxito. Sin eso no se puede comenzar.
Estamos en un momento muy decadente, perdimos presencia, técnica y potencia. El softbol femenino no existe en Bahía Blanca, es un mito en muchos lugares del interior donde sólo actúa 1 equipo (¿cómo se puede mejorar si la única posibilidad de competir es en Argentinos?) y en Buenos Aires sólo quedamos 5 equipos competitivos y casi no hay inferiores. Todo se hace más difícil cuando no tenés cantidad, la disciplina se resquebraja porque no hay quién pueda reemplazar a la no cumplidora y si no hay un compromiso serio y responsable pasa lo actual, el nivel se nivela siempre hacia abajo.
¿Hay alguna diferencia para vos entre dirigir hombres y mujeres?
La diferencia está en lo mental, el hombre es más directo, a la mujer no se le puede ser tan directo porque su psiquis es distinta y se deben presentar las cosas de otra forma, pero siempre es más posesiva e íntimamente más personalista y egoísta. Pero también está mucho más dispuesta a trabajar que el hombre en términos generales, siendo más empeñosa cuando debe buscar específicamente una técnica, pero también cae en pozos depresivos o de desánimo cuando los resultados no se dan satisfactoriamente.
¿Cuál es la mayor enseñanza que le dejaste a tus jugadoras?
Creo que lo más importante que les dejé es para la vida, que el peor enemigo es uno mismo cuando por ansiedad (por ejemplo) deja que lo externo se entrometa en la actividad. Creer en una misma es la base del éxito. Sin eso no se puede comenzar.
¿Cómo creés que te recuerdan y te recordarán ellas?
No sé cómo me recordarán pero cuando me reencuentro con una ex los dos vivimos un momento muy cálido y grato.
Y para vos, ¿cuáles son los recuerdos más importantes?
No sé cómo me recordarán pero cuando me reencuentro con una ex los dos vivimos un momento muy cálido y grato.
Y para vos, ¿cuáles son los recuerdos más importantes?
El 3º puesto del Panamericano Juvenil de Hermosillo, México, en diciembre de 2002, y el conocer parte del mundo; pero en lo personal hay 3 situaciones que me llenan de orgullo: el Olimpia de Plata de Barby, el presente año y los amigos.
Muchas gracias Julio por tomarte la molestia de responder cada una de las preguntas. Ojalá sigas muchos años vinculados a nuestro querido deporte, porque a todas las que hemos pasado por tus equipos nos has enseñado el valor de la responsabilidad por lo que hacemos y por el trabajo, y por ende éxito, en conjunto.
6 comentarios:
Esta es una entrevista a un grande de este deporte, a un guerrero, a un sabio y a un loco lindo...pero de los lindos de verdad... yo tengo a Julio entre los recuerdos mas bonitos de mi vida deportiva, todo mi respeto para él y mi admiración por suerte para mi pude disfrutar de estar bajo sus señas y gritos y también de sus abrazos y besos. TE QUIERO BALLESTEROS!!!
Gabi: cómo no sufrir los gritos de Julio! Me acuerdo cando me iba de la zona de strike y desde el círculo de pitcheo escuchaba sus gritos, apuntanto sus palmas hacia abajo y golpeándose la sien, queriéndome decir "pará y pensá".
También me acuerdo de sus caprichos, como hacerme jugar de primera, cuando yo odiaba esa posición, o hacerme pitchear con los ojos cerrado en los entrenamientos.
Pero lo que más recuerdo, sin dudas, es su cariño, para mí, teniendo en cuenta que me fui a Bs. As. a los 13 años, fue como un "segundo padre", y él sabe que lo respeto por eso y que valoro muchísmo que haya sido él quien me llevó al gran softbol...
Juliooooooooooooooooooooo un besote enormeeeeeeeeeee, te quiero muchisimooooooooooooou
cotys
Durante los años 96 y 97 Julio me invito a jugar en Ciudad ,cosa que enseguida dije que si y a partir de ahi solo puedo tener buenos recuerdos junto a el , no solo en lo deportivo que son excelentes y como dicen todas Julio es un personaje dentro de la cancha sino en lo humano ya que me abrio las puertas de su casa y su familia,convirtiendose su familia en la mia durante esos dos años, hacian que yo no extrañara y que el tema de viajar todos los sabados a la noche para jugar los domingos no sean un peso por el cariño con que me trataban, siempre va a permanecer mi cariño hacia el, sumado al agradeciemiento por la experiencia deportiva y la oportunidad que me dio de sumar experiencia a mi juego, (todavia me suena en los oidos el "Osito" sobrenombre que me puso en ves de Yogui... jajaj)
Besos para Julio y merecido el homenaje para un gran formador de jugadoras
bueno, te olvidaste de mi...no importa Julio, yo me acuerdo, y de todos esos años con mucho cariño, ah,y las Medina no eran mellizas.
Silvia Villanueva, pasé por River antes de, en forma obligada al sacar el deporte del club, recalé en Muni, me conocían como "la gallina", beso
hola Julio!!!, guardo hermosos recuerdos de mi paso por el softbol en ciudad. muchas gracias por haberme dado en aquel entonces la oportunidad de comenzar a jugar en un equipo. recuerdos imborrables!!!!
un beso grande!
Paulina nadal.
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