Un lindo recuerdo: Norma Arigós y Horacio Olivera.

Hace ya varios años, allá por 1996, Horacio Olivera asumía la conducción de la Selección Nacional Sub 17. Junto a él se encontraban su esposa Norma Arigós (Preparadora física), Toti González y Luis Gudiño (coaches).

Algunas veces, y a medida que íbamos aprendiendo y evolucionando en nuestro rendimiento, no estuvimos de acuerdo con sus decisiones deportivas, ésto suele pasar y es muy bueno siempre que sea con ánimo constructivo, las distintas miradas son las que enriquecen.

Sin embargo, no me voy a detener en las diferencias, sí en los aciertos, enfocándome principalmente en el Toro y Norma, dos personas a las cuales les debo muchísimo y hoy quiero agradecérselos, porque a pesar de provenir de camisetas históricamente enfrentadas, siempre me trataron con un afecto y respeto que realmente me sorprendía.

Norma fue la única persona que en mis 15 años de softbol ocupó el rol de preparadora física de una manera especial: consiguió que un grupo de chicas menores de 17 años que jamás habían tenido entrenamiento físico llegarán a asumirlo con una gran compromiso y responsabilidad, ¿cómo?, Norma salía a trotar con nosotras!!!, nos llevó por todas las calles de Paraná, y cuando alguna se quedaba atrás ella hacía aminorar la marcha al grupo para esperar a las resagadas y en seguida pegaba el grito de "vamos" acompañada de su silbato. Todas trotábamos los 45 minutos religiosos, nadie abandonaba, ella hacía que pareciera algo muy sencillo, cuando jamás habíamos corrido más que 2 vueltitas a la cancha. En el entrenamiento con sobrecarga nos supervisaba de cerca para que no nos lastimáramos, incluso ofrecía sus propios "aparatos" para que no tuviéramos que pagar la cuota de un gimnasio...

Horacio fue, con todas las letras, "UN SEÑOR"; jamás trató mal a una jugadora, jamás le faltó el respeto a rivales o umpires, siempre se dirigió de una manera acertada hacia todos, siempre estuvo con su aspecto impecable, y así nos enseñó que debíamos hacerlo nosotras. Más de una vez puso sus recursos económicos al servicio de la selección, por más que no le correspondiera, pero él daba todo por su equipo, sus bates, su casa, su auto, su billetera, su dedicación.

Por si ésto fuera poco, fue una persona que siempre me brindó su apoyo incondicional, siempre me alentó, incluso cuando ya no me dirigía y estábamos entrenando con la selección de Paraná, él se acercaba mientras yo pitcheaba junto a Debi Motroni, y me transmitía toda su confianza.

Vuelvo a repetir, muchos han criticado sus conocimientos softbolísticos, yo elijo reconocer sus cualidades más visibles, las humanas. No quiero dejar pasar más tiempo: Gracias Norma, gracias Toro, por todo lo que me y nos dieron!!!