
Esta vez, desde el seno de mi familia, se palpa este sentimiento en palabras de mi viejo...
¿Sabés el vacío que siento? Ya no hay cena con Bola 8 los jueves después de los partidos y sólo el recuerdo de cuando le comíamos el sandwich me hace reír.
Creo que fuiste antipático con quien no querías. Que fuiste buen tipo con quien vos querías y que sólo respetabas a quienes te respetábamos.
Creo que fuiste indisciplinado como jugador e implacable como árbitro, pero estoy seguro de tu bondad y de sentirme tu amigo.
En mi casa, en mi familia, cuando se te nombra sólo nos miramos en silencio y aún hoy extrañamos tus gritos y carcajadas.
Supe de tu muerte estando muy lejos, en las montañas, sentí frío en el pecho y que mi corazón se estrujaba. Sentí que el abismo me atrapaba y que mis alas ya no "volaban" y seguí corriendo mi camino llorando a gritos, total nadie me escuchaba.
No pude despedirme de vos, no pude abrazarme a vos, no pude saludarte en tu último "jonron" o aplaudir tu último out en Home.
¿Sabés Gordo?, fui muy afortunado en conocerte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario